Normandía incluye los departamentos de Seine Maritime, Calvados, Manche, Eure y Orne, todos en la costa excepto los dos últimos.
La frontera sur es el Río Couesnon que, a través de los años ha ido cambiando gradualmente su curso ya que discurre por un terreno casi plano, desplazándose al sur del Monte San Michel, una de las curiosidades naturales y arquitectónicas más conocidas de Europa.
El Monte San Michel y su bahía están en el Listado de Patrimonio Natural y Cultural de la Humanidad de la UNESCO. Las mareas son increíbles y alcanzan hasta 15 metros de diferencia (la altura de un edificio de cinco pisos) entre el punto más alto y el más bajo, y además como el terreno de la bahía es muy llano, cuando la marea sube se adentra unos 24 km, formando una capa de 70 cm de profundidad. El banco de arena cambia de marea en marea y si bien la leyenda de que el mar entra a la bahía a la velocidad del galope de un caballo es un poco exagerada, el peligro de las arenas movedizas es bien cierto. La actual Abadía de San Michel fue construida en el siglo XVIII por el Obispo Aubert. Se dice que el cráneo de éste llevaba la marca del dedo de San Miguel Arcángel.
Normandía ha servido de inspiración a todo tipo de artistas; sus paisajes han quedado reflejados en los cuadros de Monet, Sisley y Picasso y autores como Maupassant y Flaubert escribieron sobre estas tierras. Cabourg es la Balbec de las novelas de Proust. Otros sitios para visitar son la ciudad turística de Deauville -con su playa, casino y campo de golf- que es la capital social de la zona, y Bayeux, famoso por sus tapices, sin igual en el mundo entero. Algunos museos en Arromanches recuerdan las batallas y el desembarco de Normandía. En Caen se puede visitar el museo de la Paz, además de varias iglesias interesantes y las enormes ruinas del castillo de Guillermo el Conquistador. Otros lugares interesantes para visitar son: la Iglesia de San Etienne del siglo XIV, la Iglesia de San Pedro (del Renacimiento) y la Abadía de las Damas. También existe un museo local de artesanías desde el periodo galo-romano hasta nuestros días.
También merece la pena visitar Dieppe con sus sinuosas calles y su castillo del siglo XV que alberga el Museo de Dieppe. En la ruta de Rouen-París hay varios lugares dignos de visitar como los castillos de Boury-en-Vexin, Bizy en Vernon, Gaillon, Gaillard-les-Andelys, Vascoeuil y Martinville. A lo largo de la misma ruta hay otros sitios clasificados como monumentos históricos entre ellos: la casa y el jardín de Claude Monet en Giverny, la Abadía de Martemer (Lisors) y el pueblo de Lyon-la-Fôret.
La antigua capital de Rouen destaca por sus calles y casas antiguas y restauradas, incluida la Vieille Maison (Casa Vieja) de 1466 y la place du Vieux-Marché (plaza del mercado viejo) donde Juana de Arco fue quemada en 1432. Hay una magnífica Catedral del siglo XIII (inmortalizada en una serie de pinturas de Monet), así como muchos museos e iglesias, incluidas las de St Ouen y St Maclou. El claustro de St Maclou fue el cementerio de las víctimas de la Gran Plaga. También merece una visita el viejo puerto de Honfleur, con sus casas del puerto del siglo XVIII.
Normandía es una tierra de pescadores y cultivadores y su comida es una de las mejores de Francia. La gastronomía normanda despunta por su mantequilla, nata y excelentes quesos, entre los que se incluyen algunos de los más famosos como Camembert, Pont l'Evêque y Liverot. Los crustáceos y los pescados abundan en esta área: el Lenguado a la Normanda es uno de los platos más conocidos de la gastronomía normanda. Destacan por su calidad las langostas de Barfleur, los camarones de Cherbourg y las ostras de Dive-sur-Mur. En el interior destacan el pato en Rouen y Nantes, el cordero cerca del Monte San Michel, la crema del leche en Isigny, y el pollo y la ternera en Cotentin. El calvados y la sidra son otras de las especialidades regionales, y son típicas del País de Auge.